Si le hubiesen preguntado a los Japoneses un año después de 1945 si querían la Paz con Estados Unidos, la guerra hubiese continuado. O lo mismo a los Franceses si querían una guerra con ISIS días después de los ataques en Niza. Vivimos un tiempo de hiperdemocratización de la sociedad. Hay cosas que es mejor imponerlas que preguntarlas.
Un acuerdo de 297 páginas que carga consigo 50 años de historia, 200 mil muertos, 6 millones de desplazados parte en dos el corazón de Colombianos. Los hace mover entre una especie de altruismo histórico y un miedo colérico. El plebiscito fue una gentileza política a la sociedad Colombiana para que se moviera entre el altruismo y el miedo, no entre la guerra y la paz.
La distribución de los resultados arrojan varias hipótesis que sirven para comprender hacia donde podrían dirijirse las negociaciones posteriores. La primera de ellas, es “paradójico” que en la mayoría de los departamentos donde el ELN tiene niveles de actividad importante, el no haya ganado. Arauca, Casanare, Santander, Norte de Santander, son los departamentos Colombianos donde el ELN tiene más actividades y en esos gano el NO.
Las regiones con mayor desigualdad en Colombia es donde mayor abstención se dio. El miedo colérico privó mas en los pobres. En el Departamento de la Guajira donde el índice de desigualad de ingreso es de los más altos, 0,551, la participación fue de apenas un 19,39%.
Los departamentos que arrojaron mayor probabilidad postconflicto a partir de un índice de vulnerabilidad post-conflicto que agrupa variables sociales, de violencia, institucionales y geográficas elaborador por Statitas Kalivas, son también aquellos donde ganó el SI. Es decir, la paz alcanzada en estos sitios podría verse luego comprometida en realidad echando al traste el acuerdo alcanzado.
Colombia debe replantear su diálogo, hacerlo más transparente, e incluir otros actores del conflicto. La paz es como la guerra, se gana, se impone y se construye. Politizar el destino de la paz de una nación a partir de expresiones del personalísimo político es imperdonable para las generaciones Colombianas, pero esto se hace inevitable si se lleva la resolución del conflicto a una consulta pública con marcadas diferencias con actores claves, guste o no. La paz de Colombia pasa por Uribe también.
@villachitty
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