El Banco Mundial lo advirtió el año pasado, nuestras clases medias forjadas a partir de la última década no eran tal, se acuñó más bien el término de vulnerables. Nuestras clases medias en realidad se habían constituído en clases vulnerables. Son clases frente a las cuales cualquier embate de crisis en la dimensión económica la trasladaría de su posición y por ende capacidades sin mayor dificultad. La reducción de la pobreza en la región viene estancándose desde el año 2012 y justamente el año pasado la CEPAL confirmó el aumento de la pobreza en América Latina.
La estrategias de lucha contra la pobreza de hace más de una década tienen desafíos que superar si hoy quisiéramos tomarla. La primera de ellas, es entender que nuestro público, los actores principales, a pesar que pueden volver a ser los mismos cuantitativamente, no lo son cualitativamente. Hay una nueva gama de expectativas que no termina de reconocerse que son parte del imaginario social de estos actores. La necesidad de información en niveles mucho mas precisos es el principal signo distintivo en conjunto con una socialización de derechos mucho mayor a décadas pasadas. Esto no significa que avances en la democratización de la información con mayores reconocimientos en derechos sean la nueva fórmula mágica para la nueva lucha contra la pobreza, pero si son necesariamente parte de cualquier nueva estrategia. Ésto, si queremos dejar de creer que hay pobres de derecha y/o pobres de izquierda. Sino, siempre está la opción de refugiarse en la tentadora y peligrosa memoria de los pueblos.
Lo paradójico, es que mientras las estrategias deben tener un nuevo enfoque cualitativo, que pueden hacerlas más costosas, las opciones de los Estados Latinoamericanos, no son muy distintas y se dan en contextos mas desafiantes. El endeudamiento, el crédito internacional, el pechare y su estructura a lo interno de las sociedades, la reconsideración del rol del Estado, todo esto, en un clima de recesión económica global, con un auge del dólar, en momentos donde los efectos del cambio climático se agudizan y donde actores transnacionales al margen de la ley cooptan estructuras del Estado y ganan eco en nuestras sociedades. En este contexto se deben dar las nuevas estrategias para la superación de la pobreza en nuestra región en los años por venir. Ya es tarde para recordar aquel refrán que dice: El que da y quita el diablo lo visita.

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