Un asunto es el poder y otro las elecciones. En Democracia uno puede pensar que el primero deriva del segundo. Sin dejar de ser así en gran medida, no lo es del todo. Muchas veces no ganando las elecciones hay quienes se mantienen en el poder, y están quienes aún ganándolas nunca realmente lo alcanzan. Más aún en una región donde viene advirtiéndose el avance de procesos de cooptación de Estados por grupos al margen de la ley. Su santidad el Papa Francisco, hizo la advertencia de este problema en su intervención de este año en las Naciones Unidas como el desafío y la amenaza más importante para nuestras Democracias.
Luego del 6 de diciembre, gane quien gane, los precios del petróleo seguirán en una perspectiva poco favorable. En política pocas veces hay casualidades. Luego de que Bush fuese el mejor ministro de economía del Chavismo, la política exterior actual de EEUU ha logrado con el fracking y el levantamiento de las sanciones a Irán una dinámica en el mercado petrolero que merma los precios del crudo. El Afán Saudí de no hacer rentable el fracking sin importar a cuanto llegue el precio del barril por un lado, y las vísperas de que Irán con el levantamiento de las sanciones por parte de EEUU se incorporé con tres millones barriles por día al mercado, hacen que los precios se mantengan a la baja. Con los precios del petróleo como probablemente continúen y con el riesgo-país que tenemos ante las instituciones de crédito internacional a pesar de no tener morosidad alguna, cualquier como sea, pase lo que pase, y gane quien gane, se enfrentará a una situación económica que convertirá en polvo cósmico las expectativas electorales de cualquier victoria.
Luego del 6 de diciembre y a pesar de cualquier como sea y pase lo que pase, seremos un país que transita por una colonización económicamente que corre el riesgo de serlo políticamente también, y me disculpan de nuevo la casualidad, pero no hay una colonización política sin una colonización económica. No me gusta ver a la historia con nostalgia, pero: ¿Hemos tardado demás en la construcción de una infraestructura financiera internacional alternativa con el nuevo Banco de desarrollo de las BRICS?
Cualquier alternativa política que aspire un cambio en estas circunstancias esta destinada a ser transitoria. Así es como la transición puede ser como una procesión, se puede llevar por dentro.
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