Anotaciones para una reseña bibliografica. Numero 1.
En su libro “Intelectuales, Política y Poder”, el reconocido sociólogo francés Pierre Bourdieu nos
presenta en uno de sus capítulos una crítica férrea a los que denomina, en el
entendido de Platón del término, los doxosofos. Los especialistas de la doxa, de la opinión y la apariencia, los
sabios aparentes y sabios de la apariencia, aquellos destinados a dar
apariencia de la ciencia sobre un terreno donde las apariencias son siempre
para la apariencia.
Según Bourdieu, estos doxosofos han
venido haciendo de la ciencia política una ciencia espontanea de la política para
los dirigentes y el personal político. Es la neutralidad del tono, del estilo y
las palabras, la simil-tecnicidad del vocabulario, el alarde de la objetividad,
los signos, entre otros tantos, del escenario a donde se ha llevado a la política.
El sociólogo apunta que los doxosofos
al acostumbrarse y acostumbrar a reducir la política a un registro anticipado
de votos, a intenciones o explicaciones de votos, han hecho de la ella una
ciencia de la opinión pública conforme a la opinión pública de la ciencia.
El trabajo principal de estos, las
encuestas de naturaleza política, o interrogaciones politológicas como las
denomina, son la nada, y no el todo como muchos suelen creer. Estas suponen un encuestado apto para
descifrar y manipular los términos del lenguaje político, para situarse en
niveles de abstracción donde se sitúa el discurso político, apto en el doble sentido
para entender la pregunta política planteada. Para el sociólogo, en el
entendido de que toda pregunta encierra la demanda implícita de que el que
responde sepa lo que se le demande. El interrogador y el interrogado, en las
encuestas políticas, no confieren la misma significación y la misma función a
la pregunta, y por ello, las interpretaciones a las repuestas encontradas en
estos interrogatorios de doxosofos, no tienen posibilidad de ser adecuadas. Por lo tanto, a las encuestas políticas no
debe prestárseles significado por las opiniones políticas al azar arrojadas de
los interrogados, sino deben interpretarse por las aptitudes de estos, para
entonces producir lo que se entiende por opinión política, es decir, la aptitud
para referir lo político y adoptar con respecto a la experiencia y a el
lenguaje la utilización apropiada de la cultura política.
Es por ello, que las
interpretaciones -y en algunos casos expectativas generadas- a las cuales
estamos acostumbrados como resultado de estas encuestas políticas de los doxosofos,
terminan siendo superficiales, esto aunado al hecho, de que omiten interrogarse
sobre los diferentes principios generadores de discursos o de prácticas
tratadas como política a los interrogados. Es así entonces como al final, la opinión
formulada –encuesta política- hace el modus operandi- “ciencia” para los políticos-,
fracase.
@villachitty
@villachitty

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