18 de septiembre de 2013

PARA POLITICOS Y PARA LA BUENA POLITICA, ALERTA CON LOS DOXOSOFOS.





Anotaciones para una reseña bibliografica. Numero 1.




En su libro “Intelectuales, Política y Poder”, el reconocido sociólogo francés Pierre Bourdieu nos presenta en uno de sus capítulos una crítica férrea a los que denomina, en el entendido de Platón del término, los doxosofos. Los especialistas de la doxa, de la opinión y la apariencia, los sabios aparentes y sabios de la apariencia, aquellos destinados a dar apariencia de la ciencia sobre un terreno donde las apariencias son siempre para la apariencia.


Según Bourdieu, estos doxosofos han venido haciendo de la ciencia política una ciencia espontanea de la política para los dirigentes y el personal político. Es la neutralidad del tono, del estilo y las palabras, la simil-tecnicidad del vocabulario, el alarde de la objetividad, los signos, entre otros tantos, del escenario a donde se ha llevado a la política.


El sociólogo apunta que los doxosofos al acostumbrarse y acostumbrar a reducir la política a un registro anticipado de votos, a intenciones o explicaciones de votos, han hecho de la ella una ciencia de la opinión pública conforme a la opinión pública de la ciencia.


El trabajo principal de estos, las encuestas de naturaleza política, o interrogaciones politológicas como las denomina, son la nada, y no el todo como muchos suelen creer.  Estas suponen un encuestado apto para descifrar y manipular los términos del lenguaje político, para situarse en niveles de abstracción donde se sitúa el discurso político, apto en el doble sentido para entender la pregunta política planteada. Para el sociólogo, en el entendido de que toda pregunta encierra la demanda implícita de que el que responde sepa lo que se le demande. El interrogador y el interrogado, en las encuestas políticas, no confieren la misma significación y la misma función a la pregunta, y por ello, las interpretaciones a las repuestas encontradas en estos interrogatorios de doxosofos, no tienen posibilidad de ser adecuadas.  Por lo tanto, a las encuestas políticas no debe prestárseles significado por las opiniones políticas al azar arrojadas de los interrogados, sino deben interpretarse por las aptitudes de estos, para entonces producir lo que se entiende por opinión política, es decir, la aptitud para referir lo político y adoptar con respecto a la experiencia y a el lenguaje la utilización apropiada de la cultura política.


Es por ello, que las interpretaciones -y en algunos casos expectativas generadas- a las cuales estamos acostumbrados como resultado de estas encuestas políticas de los doxosofos, terminan siendo superficiales, esto aunado al hecho, de que omiten interrogarse sobre los diferentes principios generadores de discursos o de prácticas tratadas como política a los interrogados. Es así entonces como al final, la opinión formulada –encuesta política- hace el modus operandi- “ciencia” para los políticos-, fracase.

@villachitty

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