15 de enero de 2017

LA ESTRATEGIA DEL ABANDONO, LA OPOSICIÓN Y UN POSIBLE NUEVO ERROR


Nelson J. Villavicencio

¿Para qué repetir los mismos errores habiendo tantos errores nuevos por cometer? es una frase celebre de Bertolt Brecht. Es la primera que se me viene a la cabeza cuando leo la orden del día de la próxima sesión de la Asamblea Nacional. Esgrimo las razones que me convencen de que es una opción políticamente incorrecta la declaratoria del abandono del cargo del Presidente.


Su naturaleza. Lamentablemente pareciera que existe una incomprensión sobre las esferas derecho y política, entendida ésta última como poder. El derecho es una respuesta a la política, pero no la única. La política puede hallar respuestas en sí misma. No se pueden seguir buscando respuestas donde no las habrá. Se siguen buscando respuestas en la instituciones y el Estado de Derecho. He sido crítico de la hiperconstitucionalidad que se le da como respuestas a algunos problemas que son estrictamente políticos. He sospechado que ha podido ser una especie de relajamiento de mi parte, pero con el tiempo he confirmado que no es tan así. Si hay algo que está mal, la respuesta siempre es que es inconstitucional. Si un niño se cae de un árbol y se quiebra una rodilla, es inconstitucional. Si una abuela va cruzando una calle y una moto la golpea, es inconstitucional. Me disculpan los excesos y lo exagerado de los ejemplos, pero así he percibido durante varios años las respuestas, sobre todo por parte de quienes aspiran el poder. 


La inconstitucionalidad se ha convertido en uno de los cliché del discurso político. La declaratoria del abandono del cargo del Presidente se inscribe en la línea de la hiperconstitucionalidad. Seguramente es una ocurrencia de algún genio que en su casa se puso a jurungar la constitución y al son de contar hasta 10 mientras pasaba las páginas de la Constitución encontró tal argumento o de algún foráneo que cree que Maduro es Dilma y Tareck es Temer.



Cognitiva. Es una respuesta que para el país resulta cognitivamente complicada.   Siendo esto así, exige un mayor esfuerzo comunicacional, desafío insuperado aun para menesteres menos complejos.¿Cómo el país puede creerse que luego de 1 año de una especie de guerra de pokemones entre el poder legislativo nacional frente a los demás poderes ejecutivos en las actuales circunstancias sociales y económicas, “una declaratoria de abandono del cargo” pueda tener efecto legal, social y político? 

19 de octubre de 2016

LAS CIUDADES, EL FUTURO Y AMÉRICA LATINA

Esta semana toma lugar en Quito la conferencia que lleva por nombre “Hábitat”. Es la tercera desde sus albores, la primera se efectuó en 1976 y se convoca cada 20 años.
Su primera convocatoria se dio en Canada a resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas como el espacio legítimo global para que los Gobiernos y múltiples actores discutan y sugieran iniciativas y líneas de acción global sobre el tratamiento de los impactos de la acelerada urbanización de las ciudades. De ésta primera Conferencia Hábitat surgió la creación del Centro de las Naciones Unidas para asentamientos urbanos (United Nations Center for Human Settlements). 
Para 1996, la segunda conferencia toma lugar en Estambul. En ella los resultados fueron más satisfactorios que la primera, se avanzó mucho en:  La comprensión del rol de lo local, en el auge de la participación ciudadana como concepto, en el entender que la urbanización de las ciudades es clave desde la perspectiva del desarrollo humano y en la necesidad del fortalecimiento de las autoridades locales. Estos fueron los puntos claves de la agenda Hábitat como plan global de acción que se adoptó como resultado de ésta última cita. 
20 años después, la Conferencia Hábitat-III  se consolida como el espacio legítimo global de encuentro de líderes y Gobernantes para fijar las lineas de acción que guiarán la gobernanza sobre las urbes durante los próximos años. Ésta Hábitat-III tiene varias particularidades que fortalecen su convocatoria. La primera de ellas, es que será la primera que tendrá lugar en Latinoamérica luego de 60 años. Segundo, será la primera reunión que se dará luego de la adopción de los nuevos objetivos de desarrollo, la agenda 2030. Y por último, ésta conferencia será precedida por el espacio de encuentro político más importante de Gobernantes locales que tomará por sede Bogota justamente dos días anteriores al inicio de la conferencia. Así que en esta ocasión convergen: La primicia de Latinoamérica como espacio de encuentro para la discusión de las ciudades y el desarrollo urbano de la próxima década. La alineación de la visión global de las ciudades acorde a la agenda 2030 y el seguimiento de la discusión política del evento que le precedió, el encuentro mundial de líderes en Bogotá.

Nos gustaría mucho haber encontrado que los Gobernantes de nuestras ciudades estuvieran debatiendo esta semana más sobre el futuro y menos alejados sobre el presente con apariencia de pasado que los carcome.

3 de octubre de 2016

¿POR QUE COLOMBIA DIJO NO?

  Si le hubiesen preguntado a los Japoneses un año después de 1945 si querían la Paz con Estados Unidos, la guerra hubiese continuado. O lo mismo a los Franceses si querían una guerra con ISIS días después de los ataques en Niza. Vivimos un tiempo de hiperdemocratización de la sociedad. Hay cosas que es mejor imponerlas que preguntarlas.


 Un acuerdo de 297 páginas que carga consigo 50 años de historia, 200 mil muertos, 6 millones de desplazados parte en dos el corazón de Colombianos. Los hace mover entre una especie de altruismo histórico y un miedo colérico. El plebiscito fue una gentileza política a la sociedad Colombiana para que se moviera entre el altruismo y el miedo, no entre la guerra y la paz.


 La distribución de los resultados arrojan varias hipótesis que sirven para comprender hacia donde podrían dirijirse las negociaciones posteriores. La primera de ellas, es paradójico” que en la mayoría de los departamentos donde el ELN tiene niveles de actividad importante, el no haya ganado. Arauca, Casanare, Santander, Norte de Santander, son los departamentos Colombianos donde el ELN tiene más actividades y en esos gano el NO.


  Las regiones con mayor desigualdad en Colombia es donde mayor abstención se dio. El miedo colérico privó mas en los pobres. En el Departamento de la Guajira donde el índice de desigualad de ingreso es de los más altos, 0,551, la participación fue de apenas un 19,39%.


 Los departamentos que arrojaron mayor probabilidad postconflicto a partir de un índice de vulnerabilidad post-conflicto que agrupa variables sociales, de violencia, institucionales y geográficas elaborador por Statitas Kalivas, son también aquellos donde ganó el SI. Es decir, la paz alcanzada en estos sitios podría verse luego comprometida en realidad echando al traste el acuerdo alcanzado.


  Colombia debe replantear su diálogo, hacerlo más transparente, e incluir otros actores del conflicto. La paz es como la guerra, se gana, se impone y se construye. Politizar el destino de la paz de una nación a partir de expresiones del personalísimo político es imperdonable para las generaciones Colombianas, pero esto se hace inevitable si se lleva la resolución del conflicto a una consulta pública con marcadas diferencias con actores claves, guste o no. La paz de Colombia pasa por Uribe también.

@villachitty


20 de septiembre de 2016

TIEMPO, POLÍTICA Y CAMBIO

Estos tres factores constituyen la ruta por la que transitaremos los Venezolanos los meses por venir. En estricto orden. No habrá cambio sin política, y sin política no habrá cambio. El tiempo no llevara tampoco al cambio, sino pasa por la política.  No es nuevo y siempre es chocante, pero los tiempos de la política no son siempre lo de los países, como tampoco los de la economía son los de los ciudadanos. 


Tiempo. Sin populismo de ningún tipo, porque el populismo no es solo ofrecer lo que no se puede dar, sino exigir lo que no se puede cumplir. La ciudadanía también puede ser populista. La oposición Venezolana corre una suerte de “cubanización” inducida o genuinamente condicionada por las circunstancias. Las calamidades a todos nos sensibilizan, pero los cambios pasionales llevan a resultados pasionales. El error estuvo en la consigna “Cambio ya”. Al país no se le habló claro, y aún se le sigue diciendo que el plan A y el plan Z es el referéndum éste año. Quizás escribo erróneamente a destiempo, pero tengo meses compartiendo la idea que lo mejor hubiese un proceso de cambio gradual de abajo hacia arriba. Pero los gobernadores no quisieron entregarse por el Presidente. 


Política. Nadie quiere gobernar un supuesto cambio con un país en ruinas, como nadie tampoco quiere quedarse sin las condiciones subjetivas de hacerlo luego. El país sin importar sus resultados, ya cambió. El poder en Venezuela a pesar de su herencia histórica castrense, su poder social, es difuso y su poder representativo es múltiple, vamos a un sistema multipartidista. El péndulo político se mueve hacia la centro izquierda, por lo que la adherencia a los derechos que ahora se han socializados probablemente se sigan reconociendo con la salvedad de un reconocimiento y necesidad de un sector privado con mayor participación. 



Cambio. El cambio no es volver al pasado. El cambio no es volver a la Constitución de 1961. El cambio es hacer cumplir la constitución de 1999. Yo creo que en esta afirmación provocadora es donde está la disputa verdadera de la dirección próxima del país. Allí se concentra el debate entre aspirantes, reacios y molestos. Si aquí no hay encuentro, porque evidentemente hay un velo histórico en el pacto social de 1999, y hay una sobrerepresentación política en los partidos en la de 1961, entonces la salida no es otra que un proceso Constituyente.